18.3.15

Camino hacia un resplandor novedoso

Mi ángel de nubes
me ha reclamado.
Ha dicho
que el tiempo no se hace presente
y que mi magia es viva y ligera,
tanto como para no verla
mientras pasan cantando
señales mensajeras
de aquello que de miedo
voy guardando.

Mis sueños hoy reclaman un sitio.
¡No vaya a ser que me escape de mis venas!
Sería terrible pensar que tamaña fuera la pena
como para ver que mis manos se han caído
hacia el martirio
de mis bienes más queridos,
de mis años rescatados,
de los muertos que en un río
hablan de lo que no sé contaros.

Resulta que había una vez un parlanchín
que me robó el verso
y pude ver en su rostro
la mirada de leso
que por siglos ocultaba
(como si yo no supiera que detrás de su manto
escondía a un hada).

Las mañanas sueltan sus gotas de amor
y el rocío del sueño me enseña su frescor.
Y yo saludo cometas
y a las aves
y a las naves de gracia que brindan
en la punta de mis labios,
en la esencia de mis antros,
lejanos,
forjados,
propios.

El sol quizo esconderse mientras despertaba mi mente,
lo vi en su esplendor de despedida
y descansó mi alma,
eterna,
claramente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que de cielos peligrosos tenemos plenos los ojos. Vislumbra pues la gloria del canto antes que surjan espinas.

Yo y mis mil demonios.. dijo...

Me ah encantado
creo que entiendo algunas partes
pero me encanta lo que transmite