Y siempre es la sensación de mirar fijamente a los ojos de ese deseo recurrente. De la constante creencia de que la puerta de a poco va abriéndose. Y vemos luz, pero en realidad no es más que la ausencia de ese sol que se apaga entre gritos de agonía. Porque estar sentada frente a una puerta es eso. Es saber que ninguna se ha abierto jamás. Que todo es así y así va a quedarse.
4 comentarios:
No tiene por que quedarse todo así, usted misma ve como todo cambia a su alrededor, no se dé por vencida.
Yo creo en ti
la ausencia de ese sol que se apaga entre gritos de agonía
que fuerte
como se siente mirar un deseo recurrente?
felices pascuas
suerte
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