27.10.10

Solo

Grises, doradas redecillas
de la luna hacen de toda la noche
un velo; los faroles del lago
dormido arrastran zarcillos de laburno.
Los astutos juncos susurran
un nombre a la noche, el nombre de ella,
y toda mi alma es una delicia,
vergüenza que se desmaya.

2 comentarios:

Paulo dijo...

Tan bonitos siempre los poemas de Joyce
Gracias por presentarmelo y seguir compartiendolo

jipiboi dijo...

Hola Ivisita

Que buenas letras! un gusto leerlas y mejor aun en su blog.

Se me ha perdido, espero este muy felices, yo la extraño.

Cuidese mucho y hasta pronto.